En Puerto Rico, las Navidades suelen acompañarse de ruidos y sonidos (pirotecnia, trullas, truenos, música de alto volumen) que provocan miedo y ansiedad en algunas mascotas.
Las que no toleran esos sonidos lo manifiestan por ladridos excesivos, intentos de escapar (rasgar y/o morder las puertas, ventanas y molduras), lapsos en sus hábitos de eliminación (defecarse o orinarse dentro de la casa o fuera del lugar designado para ello) y hasta vómitos o un inusual comportamiento destructivo.

Las mascotas que sufren de fobia a los ruidos y tratan de escaparse, pueden intentar romper puertas o ventanas, y muchas terminan haciéndose daño.
En las mascotas que sufren de fobia a los ruidos, la reacción a éstos es tratar de escapar del ruido, o sea, correr hasta que ya no lo oiga. Por eso se enfocan en puertas y ventanas, con el adicional peligro de una caída catastrófica en mascotas que habitan en apartamentos.
Controlar este comportamiento generalmente incluye modificación de conducta (desensitización, que en este caso significa acostumbrar a la mascot a los ruidos perniciosos) y el uso de calmantes, tranquilizantes o ansiolíticos. La elección de qué medicamentos utilizar depende de cada paciente: el grado de su fobia, su habilidad para desensibilizarse y su reacción a las distintas clases de medicamentos.
Como regla general, recomendamos que todos nuestros pacientes caninos saludables y que no tengan fobias reciban un tranquilizante al comienzo de la Noche Buena, Despedida de Año, y cualquier otra noche en la cual se anticipe que habrá pirotecnia.
La idea es evitar fobias futuras. Idealmente, los animales diagnosticados con fobias deben estar ya bien controlados para esta época navideña, con planes alternos en caso de que sus medicamentos de mantenimiento sean insuficientes.

El uso de calmantes, tranquilizantes o ansiolíticos es una opción a considerarse y debe ser precedida por la revisión del paciente.
Existen estrategias complementarias que pueden ayudar al manejo de las reacciones a los ruidos, tales como:
- colocar a la mascota en una parte callada y asilada de la casa, con audio para que se distraiga
- la utilización del “thundershirt”
- emplear los aceites (de lavanda principalmente) en difusores o aplicarlos a su cama o su pelaje
Lo importante es conocer de antemano las reacciones de nuestras mascotas a los ruidos particulares de esta época y tener un plan proactivo para evitar que se desarrolle una situación adversa. Como siempre, la prevención es la mejor estrategia.
Si deseas más información sobre este tema o cualquiera otro relacionado al bienestar de tu mascota en la agitada época de Navidad, comunícate con nosotros. En el Hospital de Animales Villa Caparra estamos a las órdenes.